Mariano Otero y la comparación anacrónica

La semana pasada, Enrique Krauze señaló en Twitter que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, honraba la tradición liberal en ese estado, como en su momento hizo Mariano Otero. Resulta interesante que escogiera como ejemplo de liberal jalisciense a Otero habiendo tantos, desde Prisciliano Sánchez hasta Ignacio L. Vallarta y José Mª Vigil. Tal vez la selección no fue arbitraria. Don Mariano era un liberal moderado, de esos que fueron acusados por los radicales de ser conservadores encubiertos. Se trataría de una respuesta sutil al llamado de Andrés Manuel López Obrador para que la sociedad se defina solo en dos bandos: los “liberales” (es decir, los morenistas, desde el punto de vista del presidente) y los “conservadores” (o sea, los defensores de privilegios antiguos, aunque allí englobe también a quienes desde la izquierda critican a la actual administración).

Muy pronto, el presidente descalificó a Krauze llamándolo “Lucas Krauze Alamán”. La respuesta vino en otro tuit en el que Krauze agradecía la comparación con el historiador Alamán, pero agregaba que en lo político este se parecía más al propio López Obrador.

La semana pasada escribí sobre Alamán, acusado por Krauze de favorecer “la concentración de poder en un líder iluminado”. Imagino que se refería a la alianza con Antonio López de Santa Anna en 1853. Habría que decir que no solo el viejo conservador quiso aliarse con el caudillo veracruzano. Miguel Lerdo de Tejada hizo lo mismo y Valentín Gómez Farías lo acompañó como vicepresidente en dos ocasiones.

En 1841, Mariano Otero apoyó la revuelta militar encabezada por Mariano Paredes y Arrillaga, en defensa de los intereses de los grandes comerciantes, que se sentían ofendidos por el arancel de 15% a las importaciones, impuesto por el presidente Anastasio Bustamante.

Cuando la rebelión triunfó, gracias a la alianza de Paredes con Antonio López de Santa Anna y Gabriel Valencia, Otero formó parte de la junta de representantes de las provincias. Los miembros de esa junta de notables fueron designados por Paredes y, en su mayoría, por Santa Anna. Entre sus primeras medidas, los representantes nombraron a este como presidente de la república. 

Es verdad que, poco después, Otero se distanciaría del “líder iluminado”, pero en su momento no tuvo empacho en aliarse con él. El Ensayo sobre el verdadero estado de la cuestión social y política que se agita en la República Mexicana (uno de los análisis sociológicos más importantes de la primera mitad del siglo XIX mexicano) tenía por objetivo defender la rebelión de Paredes y Santa Anna.

Tanto las comparaciones de López Obrador como las de Krauze pasan por alto los contextos de los políticos del siglo XIX. Cuando el presidente comparó al editor de Letras Libres con Alamán, no pensaba en el diputado liberal e independentista de 1821 ni en el republicano federalista de 1823 sino en el conspirador monárquico de 1845 o en el aliado de Santa Anna en 1853.

Por su parte, no creo que Krauze se refiriera al Otero defensor de los intereses de los comerciantes de 1841 ni al aliado de Santa Anna, sino al diputado federalista de 1842 y 1847 o al secretario de Relaciones de 1848.

López Obrador y Krauze en realidad hacen comparaciones con personajes inmutables y sin matices que no existieron sino en el relato tradicional y patriótico de la historia, ese que se enseñó en las escuelas mexicanas durante décadas en el siglo XX. Ese que enseñó a ambos que los conservadores como Alamán eran los malos y, por lo mismo, sirven para compararlos con quienes ahora quieren descalificar.

Ese tipo de comparaciones anacrónicas dice más del presente que del pasado, más de quienes las formulan que de quienes son comparados. No creo que puedan considerarse dentro de los usos políticos del pasado, mucho menos de la historia, sino que son apenas retóricas que usan un relato simple y maniqueo del pasado.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Descubre más desde TODO ES HISTORIA

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo