¿Hoy es día de la bandera?

El 24 de febrero de 2008 publiqué un breve comentario en el periódico Reforma sobre el Plan de Iguala. Lo comparto ahora en mi blog, aunque con un par de agregados:

Según una tradición que no puede probarse documentalmente y que surgió a comienzos del siglo XX, Magdaleno Ocampo, habitante de Iguala, confeccionó la bandera que el 24 de febrero de 1821 acompañó la proclamación del Plan de Independencia. Dicha bandera constaba de tres colores, uno por cada una de las garantías que el Ejército se había comprometido a proteger: blanco, por la religión; verde, por la independencia; rojo, por la unión. De esta forma, se rompía con las características que, antes de esa fecha, tenían las insignias de los partidarios de la emancipación, en las que predominaban el blanco y el azul, colores marianos. Sin embargo, la forma de la enseña de Iguala no es, en sentido estricto, la misma que tendrían las banderas del país ya independizado: sus franjas eran diagonales y tenía tres estrellas o, en algunas versiones, dos con una corona en medio. Fue el 2 de noviembre de 1821 cuando un decreto del Consejo de Regencia establecería que las franjas serían verticales y en el orden que conocemos: verde, blanco y rojo. En medio, en el campo blanco, se encontraría el águila coronada posada en el nopal de Tenoch. Como ha mostrado Enrique Florescano, el escudo de armas de la Ciudad de México había mantenido vigencia a lo largo de los 300 años de dominio español. También había sido ya empleado por los insurgentes, quienes lo pusieron en sus banderas y sellos, al menos desde 1811.

La bandera mexicana actual se parece más a la del decreto del 2 de noviembre de 1821 que a la que según la tradición se confeccionó en Iguala. Tal vez esa fecha quedaría mejor como Día de la Bandera. Desde entonces sufrió pocos cambios: el águila perdió la corona cuando se estableció la República y después se ajustaría a las características del escudo nacional. ¿Por qué, entonces, conmemorar la bandera el 24 de febrero y no las anteriores (que ya tenían el águila) ni la del 2 de noviembre? No soy el primero en suponer que esta medida tiene orígenes ideológicos: la conmemoración de uno de los símbolos patrios encubre el otro acontecimiento que podría también ser recordado en esa misma fecha: la proclamación del Plan de Independencia. Agustín de Iturbide fue desterrado del Altar de la Patria por haber promovido un imperio, sin importar que en 1821 una monarquía constitucional parecía la forma de gobierno más adecuada y progresista para una nación recién emancipada. Reconocidos historiadores como William Robertson, Timothy Anna y Jaime del Arenal han llevado a cabo serios esfuerzos historiográficos para mostrar la importancia de Iturbide en aquellos convulsos tiempos del nacimiento de México. Sin embargo, toda la erudición de generaciones de historiadores -desde Carlos María de Bustamante y Vicente Rocafuerte- no fue suficiente para que en 1971 se decretara que fue Vicente Guerrero, y no Iturbide, quien consiguió hacer de México una nación independiente en 1821.

No se malentienda mi posición. No favorezco que Agustín de Iturbide ingrese al selecto grupo de Héroes de la Patria, por una sencilla razón: ésa no es la función de los historiadores. De hecho, entre los académicos especializados hay una fuerte propuesta que señala que fue un grupo de políticos liberales -y no Iturbide- el que elaboró el Plan de Independencia proclamado en Iguala. Ernesto Lemoine aportó algunas evidencias que probaban que las llamadas Tres Garantías ya habían sido esbozadas por Guerrero y por José Gabriel Armijo antes de que éste fuera sustituido por Iturbide. La obra de Lucas Alamán indica que fueron los eclesiásticos conservadores reunidos en La Profesa quienes impulsaron el movimiento consumador de la Independencia. Por último, no pueden ignorarse las actividades de individuos como Juan Gómez de Navarrete y Manuel Gómez Pedraza en la conspiración que hizo que, en unos cuantos meses, la mayoría de las guarniciones militares, corporaciones y ciudades se adhirieran al Ejército Trigarante. Con todo, es incontrovertible que fue Iturbide quien encabezó el pronunciamiento de Iguala.

Así como valoramos la promoción de la autonomía en 1808, la insurgencia encabezada por Miguel Hidalgo, los proyectos de institucionalización de Ignacio Rayón y la capacidad organizativa e ideales de José María Morelos, parece obligado que, a 200 años del inicio del proceso emancipador, la sociedad mexicana sea lo suficientemente madura para reconocer el valor de los acontecimientos de 1821. Ya es tiempo de recordar que el 24 de febrero no es tanto el Día de la Bandera sino el Día de la Proclamación de la Independencia.

1 thought on “¿Hoy es día de la bandera?

  1. Les comparto mi poema, . . .

    BANDERA

    “Iguala, cuna de bandera. Tricolor símbolo en tela.”

    En el Cerro de Acatempan,
    dos militares se encuentran,
    se dan abrazo fraterno,
    con la venia del Eterno.

    Acuerdos, planes, delante,
    Ejército Trigarante,
    una sola religión,
    la independencia, la unión.

    Meridianas garantías,
    de ese tiempo apologías;
    ya, sin guerra, sin violencia,
    hecha a un lado la indolencia.

    Convencidos que Guerrero
    e Iturbide eran de fierro,
    libertad, sin tiranía,
    sacrosanta letanía.

    Iguala, candente edén,
    de este país leal sostén,
    nuestra historia y la leyenda,
    se van quedando en tu senda.

    Ante la sombra me rindo
    del frondoso tamarindo;
    fresca, madura sandía,
    jugo de agua todavía.

    Rebanada, bien partida,
    simbología compartida,
    blanca, muy verde, tan roja,
    semilla negra se antoja.

    Escupir . . . la esclavitud,
    recuperar la virtud,
    de seres humanos plebes,
    por la miseria, tan breves.

    Fiel a su arte, con encanto,
    el sensible sastre Ocampo,
    bordó de hilo la Nación, . . .
    le imprimió su corazón.

    Cosida por tres colores,
    bandera de mis amores,
    insignia, fuerte cimiento,
    emblema del pensamiento.

    ¡Ondea lábaro patrio!,
    en mi alma está tu atrio,
    recuerda próceres muertos,
    sus principios, sus aciertos.

    Los mexicanos tenemos,
    sentimientos nobles, buenos,
    por tu lienzo, por tu escudo,
    vamos henchidos de orgullo.

    Honorable patria santa,
    tu enseña, que me levanta,
    se mueve cual hoja al viento,
    la paz llega, ya . . . la siento.

    Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
    México, D. F., a 19 de marzo del 2011.
    Dedicado a Don Cleofas Pineda (QEPD)
    Reg. INDAUTOR No. 03-2011-041513462700-01

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