Desde hace algunos meses, es frecuente encontrar por toda la capital del país letreros con las siglas CDMX correspondientes a “Ciudad de México” (nótese el uso de las mayúsculas en la palabra «ciudad»). Con ese nombre, el gobierno local se refiere al Distrito Federal, sin importar que, por fortuna, todavía quedan numerosas áreas rurales y pequeños poblados en su territorio. Ni la villa de Milpa Alta ni otras poblaciones de las delegaciones sureñas son parte de la ciudad (es decir, del asentamiento urbano) de México, pero desde el punto de vista de la propaganda gubernamental sí lo son de la Ciudad de México. Sólo por esto, me parece que poner ese nombre al territorio defeño resulta desaconsejable. ¿Cómo pretender que un espacio rural sea una ciudad? Por este término, el Diccionario entiende el conjunto de edificios y calles, con población densa y numerosa, que no se dedica a actividades agrícolas. Todos sabemos que buena parte del DF cabe en esa definición, pero otra, no.
Si hacemos una búsqueda en internet acerca del uso de CDMX, nos encontraremos no sólo con lo señalado, que se trata de una campaña del Gobierno del Distrito Federal para rebautizar a esta entidad, sino que además se le atribuye haber cumplido 190 años en 2014 (véase http://www.cdmx190.mx/). Por supuesto, se trata de un absurdo, pues la ciudad de México es una de las más antiguas del continente, con más de seis siglos de existencia casi ininterrumpida. En realidad, lo que nació en noviembre de 1824 no fue la ciudad, sino ¡el Distrito Federal!, es decir, esa entidad cuyo nombre se pretende cambiar por el de Ciudad de México.
Como puede verse, se trata de un verdadero embrollo. Ni todo el Distrito Federal es ciudad ni la ciudad es todo el DF. La ciudad no tiene 191 años sino, precisamente, el Distrito Federal.
En lo personal, me parece desafortunada la propuesta y la campaña que el GDF viene haciendo. Si lo que se busca es dotar de estatidad a lo que hasta hoy es un Distrito, bien pudiera recuperarse el nombre propuesto de Estado del Valle de México, o buscarse otro que no genere las confusiones que señalé en el párrafo anterior. En el fondo, me parece que CDMX es claudicar al inglés Mexico City, término que los anglófonos emplean, aunque a ninguno se le ocurre decir Washington City, para diferenciar a la ciudad de Washington del estado del mismo nombre.
Para terminar, dejaré por aquí un sabroso discurso de Servando Teresa de Mier, favorable a que México fuera la capital de la federación pero no muy convencido de que debiera convertirse su territorio en un Distrito Federal. Pueden leerlo al dar clic en la imagen.
