Ignacio Allende, patriota en otro sentido

Para Peni

21 de enero, aniversario del nacimiento de Ignacio Allende. Nacido en 1769 es recordado en México porque su nombre acompaña al de Miguel Hidalgo en los gritos del 15 de septiembre, pero mucha gente no sabe bien a bien qué hizo.

En estos días de conmemoraciones nacionalistas, veo en las redes sociales la efeméride referida, casi siempre, con notas sobre «sus ideas de independencia y libertad», así como su compromiso para «lograr la soberanía nacional» (véase aquí).

Quienes estudiamos el proceso de independencia sabemos que difícilmente Allende estaba a favor de «la soberanía nacional» y tampoco estamos muy seguros de cuál es la nación con la que se identificaba.

Como sabemos, al comenzar el siglo XIX las identidades eran muy complejas y no excluyentes. Una persona como Allende era español frente a los indígenas de Nueva España; era americano frente a los españoles europeos; era vasco frente a los españoles (tanto los nacidos en América como en Europa). No era mexicano, pues no hablaba ese idioma ni vivía en la ciudad de México, ni tenía una identidad compartida con todas las personas que habitaban el territorio que hoy es la república mexicana.

En 1808, Allende siguió de cerca lo que sucedió en Europa y también en la ciudad de México. Allá, Napoleón despojó a los reyes españoles de su corona. En la capital, el virrey José de Iturrigaray fue destituido violentamente por el consulado de comerciantes y otros individuos.

Allende hizo lo que otros hicieron, promover conspiraciones en contra del gobierno ilegítimo del virreinato, producto de un golpe. Al mismo tiempo, temía que Nueva España cayera en manos de los franceses, pues Napoleón dominaba España a través de su hermano, designado como rey José I.

Es verdad que, cuando estalló la rebelión en 1810, Miguel Hidalgo estuvo firmemente convencido de conseguir «la independencia del reino», como declaró ante los jueces en 1811; pero Allende no.

Cuando Allende fue acusado de alta traición a la monarquía española, respondió «que lejos de estimar que caía en delito de alta traición, lo estimaba de alta lealtad, y más cuando vio la impunidad en que quedaron los que atentaron contra la persona del Sr. Yturrigaray”.

Allende no quería la independencia ni la soberanía nacional de México. No podía hacerlo por una simple razón, esas categorías y conceptos («independencia nacional», «soberanía nacional», incluso «México» como nación) no existían.

Lo anterior no quita importancia a Allende ni lo demerita, solo lo ubica en su propio contexto y hace algo muy diferente de lo que se promueve en las conmemoraciones: lo explica.

Para saber más:

Guadalupe Jiménez Codinach, «De alta lealtad. Ignacio Allende y los sucesos de 1808-1811», en Marta Terán, coord., Las guerras de independencia en la América española (Zamora: El Colegio de Michoacán, 2002), 63-78

Adriana Fernanda Rivas de la Chica, Ignacio Allende: una biografía (México: UNAM, 2013) http://www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/ignacio/allende.html

La Declaración de Allende ante sus jueces, Chihuahua, 1811 http://casachihuahua.org.mx/MX/Docs/casa_MX_DeclaraAllende.php

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